“No puedo organizarme porque mi jefe siempre me cambia las prioridades.” Este es uno de los comentarios más frecuentes que escucho en los talleres de enfoque y priorización, especialmente cuando trabajamos con la matriz de Eisenhower.
Otra frase común es: “A veces siento que mi jefe y yo tenemos objetivos diferentes.”
Estas situaciones no solo generan frustración, también desgastan la productividad y la relación. Por eso, hoy quiero compartirte una herramienta simple pero poderosa que puede ayudarte a mantenerte alineado con tu jefe, evitar malentendidos y reforzar tu liderazgo.
*** El correo de estado actual ***
La idea es sencilla: escribe con regularidad (mensualmente, quincenalmente o incluso semanalmente según tu contexto) un correo claro y directo con cuatro puntos:
1. Esto logré.
2. En esto estoy trabajando.
3. Esto estoy aprendiendo.
4. Esta es mi prioridad para la próxima semana.
Nada más. Sin rodeos. Sin adjuntos innecesarios. Recuerda, son sólo cuatro puntos. Cualquier otra situación del día al día tienes que verlo en otros espacios y correos.
¿Por qué hacerlo?
Tal vez pienses: “Ya tenemos reuniones de equipo, ¿para qué más?”, “Mi trabajo se nota en los resultados.” Y puede que tengas razón en parte.
Pero este ejercicio no se trata solo de informar. Se trata de seguir desarrollando tu liderazgo. De tomar la iniciativa. Incluso de liderar hacia arriba, de ayudar a tu jefe a ayudarte mejor.
Un líder que practica la visibilidad saludable no espera ser notado: se hace notar con intención, claridad y sin alardes.
Y al hacerlo, construye cuatro cosas clave:
1) Alineación.
2) Confianza.
3) Credibilidad.
4) Conexión.
Este tipo de comunicación no solo mejora tu relación con tu jefe. Te entrena para pensar estratégicamente sobre tu tiempo, tus prioridades y tu impacto.
Y en un entorno donde todo cambia rápido, pocas cosas son tan valiosas como estar en la misma página con quienes toman decisiones contigo.
Escribe el correo. Corto, claro e intencional. Liderar también es esto.
¿Ya lo hiciste?, ¿Cómo te fue?